Cuando nada parecía tener sentido, cuando no veía ninguna luz en el camino, alguien me enseño hacía un pequeño paraíso.
De la mano llevo a una niña a una plaza de toros para que viese algo nuevo, algo distinto... y sacó a una mujer enamorada de su fiesta, enamorada del aroma que se respira una tarde de toros, enamorada de la mezcla de sentimientos que pueden producirse solo viendo una tarde de toros.

Descubrí esa tarde la magia, la pureza, la pasión, el miedo, el temple, la calidez que solamente un torero puede transmitir.
Se les ve en su toreo la manera de ser, ponen en tu piel los sentimientos que sienten en las suyas propias. Amas con ellos su mundo, y sufres con ellos cada mal paso.

Desde ese momento supe que esto seria el amor mas grande de mi vida, lo que me devolvió siendo una niña la ilusión para poder continuar, las fuerzas para poder dejar atrás ciertos problemas, por eso desde ese día, soy una novia fiel y apasionada que jamas dejara en el camino a su amado toreo.
Lourdes Martin

Descubrí esa tarde la magia, la pureza, la pasión, el miedo, el temple, la calidez que solamente un torero puede transmitir.
Se les ve en su toreo la manera de ser, ponen en tu piel los sentimientos que sienten en las suyas propias. Amas con ellos su mundo, y sufres con ellos cada mal paso.

Desde ese momento supe que esto seria el amor mas grande de mi vida, lo que me devolvió siendo una niña la ilusión para poder continuar, las fuerzas para poder dejar atrás ciertos problemas, por eso desde ese día, soy una novia fiel y apasionada que jamas dejara en el camino a su amado toreo.
Lourdes Martin
LA
LUZ
DEL
TOREO